Dirección: Sebastián Borensztein
Duración: 93 min.
Género: Comedia
Reparto: Ricardo Darín, Muriel Santa Ana, Ignacio Huang, Javier Pinto
Web: www.uncuentochino.com.ar
Productora: Tornasol Films, Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Castafiore Films, Royal Cinema Group, Aliwood Mediterráneo Producciones, Gloriamundi Films, Pampa Film
Dirección: Sebastián Borensztein
Dirección artística: Laura Musso
Fotografía: Rolo Pulpeiro
Guión: Sebastián Borensztein
Montaje: Fernando Pardo, Pablo Barbieri Carrera
Música: Lucio Godoy
Lo universal y la vaca
Por Paula De Giacomi
La película “Un cuento chino” (de Sebastián Borensztein) habla sobre un “universal”, que a pesar de las diferencias culturales, idiomáticas y geográficas, se mantiene. Y a su vez, también trata sobre “objetos” que cambian su significado según el contexto en el que aparecen.
La escena de los créditos nos muestra una pareja hablando en un lago, en algún lugar de China. El director eligió no traducir el diálogo entre ellos, con lo cuál nosotros (como espectadores) quedamos “por fuera” de la situación, simplemente por no conocer el idioma chino. Pero al mismo tiempo, podemos entender qué es lo que sucede, porque hay ciertos “símbolos” que son universales como por ejemplo: los anillos de compromiso, las miradas, las sonrisas, que nos hacen poder comprender de alguna manera lo que sucede entre estas dos personas.
Esto mismo se mantiene a lo largo de toda la película, ya que sino sería imposible que se desarrolle la relación entre Roberto y Jun durante ésta. Ellos no se entienden a través del idioma, sino a través de gestos, sensaciones, posturas corporales, dibujos, o cualquier actitud humana que no tenga que ver con las palabras. Es ese “universal” que a pesar de haber nacido a miles de kilómetros de distancia, los une. Por otro lado, la vaca, sería ese “objeto” que cambia según las circunstancias y que marca la vida de cada uno de los personajes.
Por un lado la vaca de Jun divide, separa (literal y simbólicamente). La vaca de Roberto, une. Es a través del dibujo que hace Jun en la pared del patio de Roberto, que se desencadena el movimiento en su (pasiva y rutinaria) vida. En ese dibujo esta contenido toda la historia de Jun. Es entonces cuando Roberto, que ya venía “enterrando” su pasado y tirándole tierra encima, como si el container de la basura fuera una tumba (así lo muestra la cámara desde abajo) puede, por primera vez, ir dejando su pasado atrás (aunque sin despegarse completamente de él, claro) para dirigirse hacia “adelante”, hacia el futuro (lo vemos “manejar” en la ruta, así como comienza a tomar el “volante” de su vida).
Y es acá donde Mari aparece con su vaca, ese animal que es una parte cotidiana de su vida, esta vaca que aparece en fotos como si fuera un familiar o amigo muy querido (hasta con nombre propio) que personifica su vida de leche y campo.La vaca, en cualquiera de sus formas, a nosotros también nos mira y la vemos al igual que Roberto, apuntando sus expresivos ojos en nosotros mientras la cámara se va acercando lentamente y queda fija unos segundos en su mirada, esa mirada que a cada uno de nosotros (estemos donde estemos) nos remite a un lugar subjetivo y diferente.
Así, en los créditos finales, aparece por debajo de las letras la traducción de los nombres escritos en chino, como una manera “integradora” de concluir el proceso que se da en el film, y donde ahora sí podemos comprender los signos en tu totalidad (porque ahora ya nos posicionamos en un lugar diferente que cuando comenzaba la película).
Porque además nos damos cuenta que hay cosas inherentes al ser humano que todos compartimos: la soledad, el deseo, la muerte, la esperanza y que no hacen falta signos para decodificar unos ojos llenos de lágrimas, un abrazo, un apretón de manos, un golpe en la espalda, o un ceño fruncido. Porque cada uno tendrá su “propia vaca”, pero ahora nos mira fijo y le entendemos.
Texto tomado de: http://elcineenlamirada.over-blog.com/article-analisis-de-la-pelicula-un-cuento-chino-borensztein-2011-81122287.html
Para acceder a un artículo sobre la película publicado en la revista Nóumeno, hacer clic aquí
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