Desde su lecho de moribunda, Frida Kahlo (1907-1954), la gran pintora, reconstruye acorde a las auténticas palpitaciones de la memoria, es decir, de una manera inconexa y fragmentada, únicamente a través de las imágenes, su vida y su obra, que fue medular en la época del muralismo mexicano.
Así empieza Frida, naturaleza viva (1984), la primera película biográfica de la pintora mexicana, dirigida por Paul Leduc. Este director nació en la ciudad de México el 11 de marzo de 1911. Dirigió varios cortometrajes con motivo de las Olimpiadas en 1968, después se entregó al cine documental. Entre sus trabajos están: Reed México Insurgente (1970) y Etnocidio: Notas sobre el Mezquital (1976). En 1977 fue galardonado con un Ariel por su labor cinematográfica. Frida, naturaleza viva, consiguió nueve Arieles, incluidos mejor director y mejor película. Leduc ha mantenido su prestigio como cineasta, pero sus realizaciones comerciales como ¿Cómo ves? (1985), Barroco (1985), Latino Bar (1991) y Dollar Mambo (1993) lo han alejado del cine.
La vida de Frida Kahlo ha sido llevada a la pantalla grande sólo dos veces: esta primera vez, donde Ofelia Medina —a quien siempre recordaremos por su actuación en el video musical María de Café Tacvba— encarna a la gran Frida; y una segunda, mucho más conocida, dirigida por Julie Taymor, donde Salma Hayek se pintó un bigote y se unió las cejas para hacer el papel protagónico. También existe un documental, Frida Kahlo-Art Documentary (2009), producido por Art Haus Musik/Eila Hershon & Roberto Guerra. Ofelia Medina nació en Yucatán en 1950 y participó en algunas películas como Patsy mi amor o El águila descalza. Además, ha incursionado en la televisión y el teatro.
Frida, naturaleza viva es una película que se filmó con bajo presupuesto, sin embargo, logra narrar poéticamente el México durante y después de la revolución. La mayoría de escenas fueron filmadas en el interior de la Casa Azul (Museo Frida Kahlo), mas la película empieza con un flashback en el Palacio de Bellas Artes cuando el cuerpo de Kahlo está siendo velado bajo la bandera comunista. El ritmo es muy lento, lo que nos invita a la reflexión, y la producción es artesanal; es decir, no se vale de efectos especiales para contar la historia, sino que apela a la imagen artística como recurso primario. El guión no es extenso; los diálogos están cargados de la ideología política de los muralistas y los silencios son para Leduc otra manera de expresar la soledad y la angustia. Una de las escenas más memorables es la del accidente de 1925 que dejó condenada la salud de Kahlo: el pasamanos del tranvía la atravesó como a un toro y la gente la llevó a una mesa de billar para sacárselo; durante el grito pavoroso se escuchó la sirena de la ambulancia. Las escenas ofrecen detalles íntimos de la vida de Kahlo como la atención médica que recibía a diario en casa, el consumo de morfina, la dependencia a las enfermeras y a su hermana menor, Cristina. Y Leduc no olvida otros detalles como las relaciones lésbicas, las infidelidades, las adicciones, la estrecha relación que mantuvo con su padre, el fotógrafo alemán Guillerm Kahlo.
La similitud física entre Ofelia Medina y Frida Kahlo es evidente y es lo que maravilla en el filme; ver a Ofelia vestida de tehuana junto a los perros de raza Itzcuintli en la Casa Azul es casi como ver a la misma Frida. El elenco es muy acertado: Juan José Gurrola es Diego Rivera, Max Kerlow es León Trotsky y Salvador Sánchez es David Alfaro Siqueiros. Leduc muestra símbolos muy importantes para comprender el arte de Kahlo como el espejo: en la película vemos a Frida varias veces sola frente a su espejo de tres cuerpos, dibujándose una
golondrina en la frente, cantando o pintándose los labios. El espejo fue un objeto que le permitió aceptar su cuerpo herido y surgió como un motivo para su obra: Kahlo pintó poco, no más de 125 cuadros, la mayoría son autorretratos porque dijo que pasaba mucho tiempo sola y que era el motivo que mejor conocía. A diferencia de la versión de Hollywood, Frida, naturaleza viva invoca a la vida política, a las revoluciones y a los momentos más íntimos que vivió la pintora para llevar a cabo cuadros tan crueles como Sin esperanza (1945) o Árbol de la esperanza (1946).
Fuente: http://elimperdible.ec/web/cine/frida-naturaleza-viva-la-primera-biopic-sobre-kahlo.html
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