lunes, 16 de abril de 2012

Director invitado: Emir Kusturica. "UNDERGROUND". Francia/ Yugoslavia/ Alemania/ Hungría. 1995.

Ficha técnica: 

35 mm. Color
Dirección: Emir Kusturica
Guión: Dusan Kovacevic y Emir Kusturica
Producción: Pierre Spengler
Música: Goran Bregovic
Fotografía: Vilko Filac
Sonido: Marko Rodic
Montaje: Branka Ceperac
Reparto: Marko: Miki Manojlovic Blaky, El Negro: Lazar Ristovski, Natalija: Mirjana Jokovic, Ivan: Slavko Stimac, Franz: Ernst Stotzner, Jovan: Srdab Todorovic, Vera: Mirjana Karanovic, Jelena: Milena Pavlovic

El inicio de la película es delirante, cargado de humor, pero un humor mezclado con severo realismo, mezclado por la mano maestra de Kusturica. Comenzamos con la muy graciosa imagen de Marko teniendo relaciones con la prostituta en pleno bombardeo de su ciudad, y la forma en que no permitirá que ni el bombardeo interrumpa su diversión. Kusturica hace gala de su capacidad de creador de imágenes cuando Marko coloca una flor en el trasero de la prostituta, imagen que luego nos mostrará triplicada… ¡bravo, maestro!.





El zoológico es asolado por las bombas, el humor es seguido por el realismo desgarrador de la guerra, y la posterior reclusión de Blacky, el mejor amigo de Marko en el sótano-taller de armas, gran manera de simbolizar a la Yugoslavia de esos momentos. El nacimiento del hijo de Blacky se produce, y su crianza, es realizada siempre subterráneamente, siempre underground. La presencia del mono, silencioso testigo de toda la evolución del filme, es la más palpable muestra de una perenne presencia animal en la película. Muy significativo viene a ser Jovan, el hijo de Blacky, cuyo universo, cuya vida se supedita  a ese sótano, y  una vez que sale al mundo ¿real?, se encuentra con un mundo extraño, un mundo donde la luna es el sol, donde un venado es un caballo, esta es la manera satírica en que Kusturica siente que los ojos yugoslavos veían al mundo en ese entonces.


La guerra termina finalmente, con un fondo de Dvorak entramos al segundo apartado del filme, el más prolongado. El engaño a Blacky para mantenerlo en el sótano fabricando las armas, y el gran tanque, el símbolo de la guerra en el claustro del sótano, el elemento qua hace que ese claustro  represente de una manera total a Yugoslavia: escondida en lo subterráneo, con una siempre presente y asfixiante guerra que se palpa hasta en el encierro. El tanque, símbolo de la destrucción y guerra, será parte importante del relato, hasta en el casamiento de Jovan, donde se produce la memorable imagen de la mujer de Marko, quien, ebria, danza y canta alrededor de este tanque, en el sótano… toda Yugoslavia es representada en esa imagen. El tanque, acompañante de la fiesta, baile y diversión, será incluso el causante de la ridícula interrupción de la misma, cuando el simio se introduce en él y empieza a disparar a todos, una secuencia espectacular que plasma perfectamente todo el filme, cuyo final puede ser áspero, pero esta escena será luego reivindicada por Kusturica. La muerte sucesiva, uno a uno, de los personajes, y su posterior reencuentro debajo del agua, siempre debajo, siempreunderground, nos indica que el final está por llegar. El mismo subterráneo marino es de donde resurgen después todos renacidos, esto es simbolizado por las vacas emergiendo de las aguas, soberbio.


Un final digno de párrafo aparte, con un simbolismo devastador, donde se nos indica a Bosnia Herzegovina brutalmente separada, excluida de toda Europa, completamente separada de ella. Esta separación se nos muestra con la mutilación territorial. Pero no bastando con eso, para enriquecer aún más este antológico final, esta porción territorial servirá de escenario para la reivindicación de la escena más significativa de todo el filme. La boda del hijo de Blacky, Jovan, que inicialmente vemos representada de una manera patética, fiesta, en un sótano, música y baile alrededor del tanque, Kusturica se encarga ahora de plasmarla diametralmente opuesta, al aire libre, bajo un cielo azul, con un atmósfera completamente distinta. En el final de la película nos muestra una imagen optimista dentro de todo, un final poderosamente impregnado de su sentir hacia su nación, al mostrarnos esa feliz ocasión en la parcela-islote que se desprende, que se desliga de todo. Es con esta imagen con la que Kusturica luego reivindica lo anterior, para mostrarnos uno de los mejores finales jamás filmados.


Texto tomado de: http://cinestonia.blogspot.com/2011/08/underground-1995-emir-kusturica.html




Para descargar la banda sonora original de la película, click aquí

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