martes, 6 de noviembre de 2012

Cine y jazz. BIRD. Estados Unidos, 1988


FICHA TÉCNICA


DURACIÓN: 140 min.

DIRECTOR: Clint Eastwood

GUIÓN: Joel Oliansky

MÚSICA: Charlie Parker

FOTOGRAFÍA: Jack N. Green

REPARTO: Forest Whitaker, Diane Venora, Michael Zelniker, Samuel E. Wright,

KeithDavid, James Handy, AnnaThomson (AKA Anna Levine

PRODUCTORA: Warner Bros

PREMIOS: 1988: Festival de Cannes: Mejor actor (Forest

 Whitaker) y Premio Técnico. 1988: Oscar: Mejor sonido

GÉNERO: Musical. Drama| Biográfico. Música. Jazz.Alcoholismo. Drogas



SINOPSIS


La película narra la historia de la vida del legendario saxofonista Charlie Parker, apodado "Bird". La carrera artística de Parker fue influenciada por su uso de las drogas y el alcohol. Clint Eastwood aficionado al jazz y su guionista Oliansky encontraron las imágenes propicias para dar a la biografía de este músico el estilo de vida salvaje de un artista brillante en forma de película. Las primeras escenas consiguen introducir a la audiencia en la vida de Charlie Parker, quien se encuentra al borde de la decadencia humana. Tras tocar en un pequeño club de jazz, Parker regresa a su casa, borracho, donde inicia una discusión con su esposa Chan, mientras que Parker toma una sobredosis lo que provoca que sea ingresado en un hospital. El director del hostipal cree que la mejor solución es tratar a Parker con electro shock, pero Chan se opone porque piensa que ello acabará con la creatividad de su marido.
Un tiempo después, Charlie mejora y sale del hospital con su mujer Chan, pero las drogas reaparecen en el camino y al final abandona a su mujer. A pesar de la fama que consigue y las actuaciones, Charlie no deja ni el alcohol, ni las drogas.


RESEÑA


La revancha del seductor


Tras la realización de la desigual El sargento de hierro (Heartbreak Ridge, 1986), Clint Eastwood, decidió tomarse un descanso cinematográfico y realizó una pequeña incursión en la política -que pese a los agoreros que decían que ya se veía a Estwood cómo un nuevo Ronald Reagan, no tendría mayor continuidad- ganando las elecciones para alcalde de Carmel (con un 72% de los votos a su favor), una pequeña ciudad de veraneo, donde se desarrolló el rodaje y la trama de su ópera prima Escalofrío en la noche (Play Misty for Me, 1971). Así, el realizador de Deuda de sangre (Blood Work, 2002), se pasó dos años dedicándose íntegramente a su labor cómo alcalde, dejando el cine momentáneamente aparcado.

Tras dos años de mandato, en 1988, anunció el rodaje del que sería su nuevo film que versaría sobre la biografía de uno de sus grandes ídolos de la música, el saxofonista Charlie Parker (1920-1955), basado en un guión perdido en los archivos de Columbia firmado por Joel Oliansky, basado en las memorias inéditas de la mujer del saxofonista, Chan Parker.

Así Eastwood se enfrentaba por primera vez a un subgénero cinematográfico tan terrible cómo puede ser el del biopic, y para ello, trasladó el guión de Oliansky tal y cómo se hallaba escrito a la pantalla. El desarrollo dramático de Bird -el título del film es el apodo que tenía el músico por su reconocida afición al pollo frito- huye de todo convencionalismo narrativo y se estructura cómo si de un puzzle de muchas piezas se tratara. Narrado en continua atemporalidad, con flashbacks dentro de losflashbacks, Eastwood, consigue uno de sus mayores logros artísticos, y pierde definitivamente la vergüenza a la hora de jugar con el espectador. Eastwood sabe que sus espectadores son inteligentes y no piensa hacer un film que signifique lo contrario. Las elipsis narrativas bidireccionales de Bird están tan bien trazadas y resueltas, que no sólo conlleva a un pleno entendimiento de la trama, si no que se potencia mucho su simbología, dicho de otra manera, la narración metafórica de Eastwood, juega con la temporalidad para crear rimas cinematográficas, agrupando pares de secuencias atemporales, pero que se conjugan y responden a la perfección al estar situadas en continuidad. Por ejemplo, el par de secuencias, en el que primero se ve a Charlie Parker humillado en un escenario por el músico Buster Franklin -al parecer, según se quejaron algunos historiadores del jazz, esta personaje es totalmente ficticio, por lo que se entendería que Eastwood querría jugar más con el simbolismo que con la realidad, cómo si de un sueño o pesadilla de Parker se tratara (1)- y luego se ve a Franklin tirando su saxofón al río, tras reconocer la superioridad de Parker.

De una manera parecida a cómo Bertrand Tavernier había rendido homenaje dos años antes con Alrededor de la medianoche ('Round Midngiht, 1986) a los músicos de jazz, basándose libremente en el jazzman Bud Powell (a quien otro jazzman, Dexter Gordon, dio vida en la película), Eastwood, de una manera bastante distinta a la de Tavernier, cuyo film trataba más sobre la amistad y la música, mientras que Bird no deja de ser una crónica de una muerte anunciada, la del propio músico, heroinómano desde los quince años, y que cuando fallece, totalmente carcomido por dentro (a su adicción opiácea habría que añadir una cirrosis crónica y úlceras por todo el aparato digestivo) a la edad de treinta y cuatro años, el médico forense en su parte, apuntó que el sujeto debía tener una edad cercana a los 65 años.

En el plano artístico Eastwood apostó por un intérprete totalmente desconocido, el inconmensurable Forest Whitaker, por las fechas en que se rodó Bird sólo había tenido pequeños papeles en films significativos cómo El color del dinero (The Color of Money, 1986. Martin Scorsese) o Platoon (ídem, 1986. Oliver Stone).Whitaker construye un Parker magnífico, socarrón y amistoso en ocasiones, de una fragilidad espeluznante en otras, con una interpretación cargada de sensibilidad y dolor, que acaban por convertirle en el mejor Charlie Parker posible (no deja de ser curioso pensar que el papel estaba pensado, a priori, para el cómico Richard Pryor).


La autodestrucción de Norteamérica

Si se pudiera trazar un cordón umbilical a través de la filmografía como realizador de Eastwood, por encima de todos sus westerns y films policíacos, quedaría una curiosa línea de falsos héroes, de perdedores natos, cuya grandeza, en ocasiones de carácter místico, ni siquiera se alcanza ni se muestra, bailando siempre entre la figura romántica y la figura patética. Así, los personajes de Red Stovall (El aventurero de medianoche / Honky-Tonk Man, 1982), Charlie Parker (Bird), John Wilson (Cazador blanco, corazón negro / White Hunter, Black Heart,1990), William Munny (Sin perdón / Unforgiven, 1992) y Butch Haynes (Un mundo perfecto / A Perfect World, 1993), servirían cómo iconos del futuro imposible, y si Stovall podría haber sido un gran músico country o Munny un padre ejemplar para sus hijos, todo eso queda imposibilitado y enterrado ante un carácter huraño, autodestructivo, bañado siempre en mucho alcohol. La búsqueda existencial de estos personajes jamás llega a su fin, ni Stovall, ni Haynes, ni Parker, encuentran respuesta en la muerte, mientras que Willson y Munny, cuando terminan su periplo, no son más que sombras, muertos vivientes en un mundo que les viene demasiado grande.

Quizás Parker, cómo otros genios en sus respectivos ámbitos: Van Gogh, Kafka, Mozart… debía morir para ser reconocido cómo gran talento de la música (y eso que en vida, Parker tocó con los más grandes del jazz y el blues, desde Dizzy Gillespie hasta Miles Davis) y también cómo el verdadero padre fundador del Bebop, iluminador de toda la generación beat, donde Burroughs, Kerouac, Ginsberg y demás, aceptaron el culto a la heroína cómo verdadero motor creativo de sus obras.

En todo caso, el interés de Eastwood, no es en absoluto mitificador. Bird es un film sobre la incapacidad de adaptación del genio, cuya caída, cómo he dicho antes, lo suficientemente anunciada mediante un platillo volante que da de bruces contra el suelo. Esta figura simbólica, que funciona cómo leitmotiv de la película, acompaña a Parker durante todo el trayecto vital, mientras que Eastwood, sige prefiriendo el símbolo a la realidad, tal y cómo se entiende al no verse, excepto en una ocasión, ninguna jeringuilla durante todo el film -cuando aparece es cuando Parker se entera de la muerte de su hija, y su uso, sirve para exponenciar la tensión dramática de la historia, viendo a Bird derrotado, con el brazo ametrallado a pinchazos, mientras manda uno tras otro, telegramas a su mujer, pidiéndole perdón por no estar a su lado y diciéndole que la quiere-.

Eastwood dio un paso de gigante al dirigir Bird, por fin, las expectativas creadas con El aventurero de medianoche se veían confirmadas, y pese al mediano resultado en taquilla, el film obtiene un alubión de críticas positivas (2), y Eastwood, haciendo uso, de una de las frases que pondrá en boca del realizador alocado deCazador blanco, corazón negro, en la que afirma que si piensas en lo que quiere el público, estás acabado, emprende un giro radical a su carrera que le lleva a convertirse en uno de los mejores realizadores del mundo, con obras cómo la antes citada, Cazador blanco, corazón negro, Sin perdón, Un mundo perfecto, Los puentes de Madison (The Bridges of Madison County, 1995) y Medianoche en el jardín del bien y del mal (Midnight in te Garden of Good and Evil, 1997).

(1) Al parecer, la imagen en que Parker, se indigna al ver cómo el Rock n'Roll atrae a las masas enloquecidas, al parecer también sería ficticia, pues Parker dijo haber sentido simpatía por estos nuevos sonidos.
(2) He leído en el libro de Alberto Pezzottta sobre Clint Eastwood para Cátedra, que la única voz que se levantó en contra de Bird fue la del cineasta Spike Lee, quien afirmó, que una película sobre Charlie Parker, sólo la podía dirigir alguien de su mismo color (sic).


Fuente: http://www.miradas.net/0204/estudios/2002/11_ceastwood/bird.html

GALERÍA





















TRÁILER (en inglés)




ENLACE DE INTERÉS

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