lunes, 5 de noviembre de 2012

Cine y fotógrafos. LA CIUDAD DE LOS FOTÓGRAFOS. Chile, 2006.


FICHA TÉCNICA

Dirección: Sebastián Moreno. 
Duración: 80 min. 
Género: Documental. 
Guión: Claudia Barril, Nona Fernández y Sebastián Moreno. 
Producción: Sebastián Moreno, Sebastián Varela y Gonzalo Maza. 
Música: manuel García y Silvio Paredes. 
Fotografía: David Bravo y Sebastián Moreno. 
Montaje: Teresa Viera-Gallo. 


SINOPSIS 

Durante el periodo de la dictadura de Pinochet, un grupo de chilenos fotografió  protestas y la sociedad chilena en sus más variadas facetas. En la , al ritmo de las protestas, estos fotógrafos se formaron y crearon un lenguaje político. Para ellos fotografiar fue una práctica de libertad, un intento de supervivencia, una alternativa para poder seguir viviendo. Sus fotografías sirvieron para apoyar el testimonio de las víctimas de la dictadura y fueron fundamentales para iniciar los procesos de justicia. Algunos de ellos fueron reprimidos brutalmente, otros fueron asesinados… Pero muchos siguen vivos. Son los supervivientes de la dictadura de Pinochet o los náufragos de la democracia. Esta película habla de ellos. 



RESEÑA


El realizador Sebastián Moreno da un punto de vista sobre la dictadura militar chilena, la mirada de los fotógrafos que retrataron una sociedad en una época cargada de violencia, pero al tiempo, estos fotógrafos evidenciaron con cada una de las fotografías de protestas, abusos del poder, maltratos, los peligros de los regímenes autoritarios, y con esto se formaron y crearon un lenguaje político. 
Este documental está narrado polifónicamente, la voz del director quien de manera reflexiva cuenta su experiencia siendo él hijo de unos de los fotógrafos que hiso parte de la asociación  de fotógrafos independientes (AFI), quienes son los personajes principales de esta producción, a ellos fotografiar se convirtió en una práctica libertaria, de sobrevivencia y de denuncia. Practica que sirvió de apoyo al testimonio de las víctimas de la dictadura, como evidencia en los procesos judiciales que en regreso de la democracia se llevaron contra los altos líderes políticos del régimen militar.

Una producción políticamente comprometida con la memoria, donde se evidencia una militancia de los fotógrafos con las víctimas, una narrativa desde el recuerdo, una historia no oficial, donde los archivos se constituyen como elemento vital, no solo como evidencia de los crímenes de estado, si no como huella de los desaparecidos, que encarna para los sobrevivientes la ausencia de sus familiares, amigos y compañeros de lucha. En este sentido “La Ciudad de los Fotógrafos” congrega en un solo documento diversas formas de documentar una época histórica de una nación.

El director asume una postura, que reivindica el oficio de los fotógrafos en tiempos de incertidumbre, y como estos permitían ver en detalle las practicas del terror, donde la imagen, en este caso la fotografía, se erige como la “verdad” de quienes fueron victimizados, pero éstas acciones implicaba exponerse al peligro de ser perseguidos, encarcelados, desaparecidos y en algunos casos asesinados, para evitar, como lo anuncian los mismos fotógrafos, que sus imágenes confrontaran el poder y sus cámaras fueran las armas más contundentes de la oposición política y de los movimientos sociales.

La fotografía se erige como una forma de hacer memoria frente a otras maneras de recordar, pero esta no se sobre pone al testimonio de los fotógrafos y de las víctimas, al contrario juega de manera dinámica con memoria oral como contra parte de la memoria visual y combina de manera sutil archivos sonoros, audiovisuales y periodísticos que refuerzan lo ya evidenciado por la fotografía. El documental privilegia acciones directas sobre la memoria, recordar, reencontrar y rehacer, como ejercicio para evitar el olvido provocado por el paso del tiempo y los silenciamientos del poder con actos contra la libertad de expresión como la censura. Realza la conciencia de los fotógrafos, las implicaciones de tomar una foto, al tiempo que señala cómo el retratar una violencia  ya cotidiana, los ponía al borde de ser insensibles frente a una sociedad reprimida y un Estado deshumanizado.

Es por esto que cinematográficamente lo que logra esta película desde la práctica es resarcir el valor de lo humano desde mirada de los fotógrafos, para ello experimenta elementos audiovisuales, como la foto elucidación, un método usado por la sociología y antropología, que hace uso de la fotografía para provocar en los personajes, en este caso los fotógrafos, el recordar, para ello pone de nuevo en lugar de los acontecimientos, poniendo en situación a los protagonistas, y al mismo director, porque es desde la fotografías de su padre es la forma que vuelve a su memoria: “ver esas fotografías es como si hubiera estado allí”, relata  Sebastián Moreno.

Hace uso de las imágenes para explorar la personalidad de los sujetos, al igual que con ellas reconstruye escenas donde la fotografía aporto mecanismos de protesta, en uso en altares públicos dedicados a las víctimas, y fotos colgadas al cuerpo encarnado a ese otro ausente.

“La ciudad de los fotógrafos” nos propone una reflexión sobre la imagen fotográfica  como icono de la libertad en los momentos de más represión, y como está al ser observada opera como ritual de la memoria, actos simbólicos para recordar un pasado tormentos, y de esta forma vivir  un presente más esperanzador.

Fuente: http://antropologiavisual2010.blogspot.com/2011/11/documental-la-ciudad-de-los-fotografos.html


GALERÍA










TRÁILER





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